Con la timidez que le caracteriza pero con un capacidad de trabajo increíble Kai se presentó en el CB Egonaiga hace apenas un mes y medio. Su progresión es proporcional al trabajo y al esfuerzo que dedica en cada una de las clases. Es un niño que ayuda y que apoya a sus compañeros, que está atento a cada explicación y cuando va a saludar es el primero en hacerlo y contar a cuantos niños ha saludado, incluido a los técnicos, no se le olvida nadie. Tal y como nos dicen sus familiares «desde que llegó al club está mucho más atento, más concentrado y feliz», «Kai está privadísimo con el Valorcesto y cuando llega a casa no para de hablar de los valores y de sus vivencias en las clases», «está tan ilusionado con sus zapatillas de baloncesto y con su equipaje del club». Kai tiene capacidad de mejora que ni el mismo se imagina, pero sin perder la Humildad que tiene y por ello nos sentimos orgullosos de él. Un gran futuro le espera si sigue en esa progresión y no hablamos como jugador de baloncesto sino como persona.
Desde el CB Egonaiga agradecemos a su familia por la confianza depositada en nuestro proyecto educativo – deportivo.