A nadie se le esconde que para mejorar es importante sentirse apoyado y animado además de la actitud que tenga uno mismo. Si cuando trabajas lo haces en compañía se le suma un componente de pertenencia a un equipo o grupo pero la exigencia o responsabilidad aumenta. El pensamiento de ¡No puedo fallar a mi compañero! se viene a la cabeza. El sentir que tienes a alguien a tu lado te permitirá saborear la victoria con más gusto y la derrota llevarla mejor.
Da igual la edad de nuestros niños.